65 Años Sembrando Valores de Justicia y Paz en el Amor

En uno de los hermosos parajes de Alemania meridional, se extiende un pintoresco valle en el que serpentean las cristalinas aguas del Iller. Después de descender por las laderas de los Alpes y recorrer cantando la extensa campiña; allí, desde lo alto de una colina, el conjunto arquitectónico de un convento domina el paisaje, envolviéndolo en un ambiente de paz, silencio y misterio. De día, al ser acariciados por los rayos del sol, los muros conventuales destacan sus colores claros sobre el fondo verde oscuro de los bosques vecinos y por la noche, proyectan en el espacio su enorme silueta bañada por la tenue luz de la luna.
 
Al pasar por la arboleda que conduce a los jardines del convento, el transeúnte se siente instintivamente atraído por la estatua de la “Inmaculada” que, desde las alturas de su nicho, en la fachada de la Iglesia, saluda cariñosa y acogedora.
 
Inicios 1959
A sus pies, un epitafio señala el lugar en que descansan los restos mortales del Padre Faustino Mauricio Mennel; a pocos pasos de distancia, se levanta un singular monumento a la memoria de aquel abnegado sacerdote, Padre y Fundador de la Congregación de las Hermanas Franciscanas de la Inmaculada Concepción de María de Bonlanden. En 1854, el Padre Mennel inició la magnífica obra que florecería pródigamente, como lo demuestra el aspecto actual de su desarrollo. El Siervo de Dios levantó paulatinamente, durante toda una vida de abnegación y trabajo, aquella construcción gigantesca, comenzando con el instituto para la educación de la juventud femenina, que se convertiría en el objetivo primordial de la Congregación nacida en Bonlanden.
 
Más de seis décadas han pasado desde los días de la fundación, y la simiente fecunda regada por el sudor que brotó de la frente de aquel ardoroso apóstol, ha extendido sus ramas bienhechoras. Hoy día, nosotros formamos parte de una de ellas.
 
Como deber de gratitud dedicamos nuestro proyecto específico del año 2013 a quienes extendieron esta obra del Padre Faustino hasta nuestra ciudad de Asunción (año 1959).
 
"65 años sembrado valores de Paz y Justicia en el Amor"
 
Conociendo nuestras raíces aprendemos a amar y valorar el heroísmo, la perseverancia y fecundidad de todo lo realizado con esfuerzo para la promoción del hombre.
 
A fines del año 1958, un pequeño núcleo de Religiosas fue enviado por la Casa Provincial de la Argentina a la capital del Paraguay, donde instalaron en el barrio de Villa Morra un establecimiento educativo que fue solemnemente inaugurado el 1 de marzo de 1959. Este acontecimiento produjo singular alegría entre las familias del populoso barrio metropolitano en el que estaba ubicado, quienes se apresuraron a demostrar l la satisfacción que les producía esta obra.
 
Al día siguiente, el Colegio, sobriamente engalanado, abría sus puertas a numerosos niños de la ciudad inscritos en los grados inferiores.
 
Dado que el edificio del antiguo club (Solar Guaraní) no respondía a las necesidades propias de una escuela, la Congregación se vio obligada a levantar una nueva construcción que sería inaugurada en 1961, permitiendo con el correr de los años el funcionamiento de todos los grados.
 
En 1963, a solo cuatro años de su inicio humilde y laborioso, se completó el ciclo primario y más tarde se habilitó el ciclo secundario.
 
En la década de 1970, se habilitó un espacio (aula) con profesores capacitados para alumnos con necesidades especiales (Síndrome de Down), creando un ambiente adecuado previa concienciación, para compartir con los demás alumnos en horas de recreo y otras actividades. Actualmente, todas las clases son inclusivas, promoviendo un entorno educativo donde todos los estudiantes puedan aprender juntos y en igualdad de condiciones.
 
En esa misma época, en colaboración con los Padres Oblatos de María, Misioneros del Chaco, el Colegio albergó a un grupo de mujeres nativas para ofrecerles una educación académica, obteniendo estas el título de Bachiller en Ciencias y Letras, lo que les permitió extender sus experiencias al Chaco.
 
En la actualidad, el Colegio cuenta con tres niveles: Educación Inicial, Educación Escolar Básica y Nivel Medio, con bachilleres científicos en Ciencias Básicas y Ciencias Sociales, además del Bachillerato Técnico en Administración de Negocios. También se ha establecido un Instituto de Idiomas, el SC INSTITUTE, reconocido por el MEC (Res. N° 150), convirtiendo así al Colegio Santa Clara en el primer colegio de Paraguay en contar con su propio Instituto Oficial de Idiomas.
 
Ha quedado la huella emprendida por las religiosas, alumnos y profesores en el Barrio Santa Rosa de Santísima Trinidad, haciendo crecer la escuela y la comunidad mediante el trabajo personal, planificando y ejecutando proyectos comunitarios durante los días de descanso, sábados y domingos, enseñándoles a mejorar el ambiente con esfuerzo compartido y descubriendo las habilidades propias de cada uno. Esto comenzó en 1983 y se utiliza en las diversas disciplinas para hacer el aprendizaje más significativo.
 
El Colegio cuenta con una Casa de Retiros, "San Damián", fundada en el año 1980, que además es compartido su uso con otras escuelas que soliciten. Junto con la Unión de Padres, se ha habilitado un Polideportivo para prácticas deportivas y recreativas.
 
Es importante destacar que desde 2002 se ha inaugurado una página dorada en la historia de este centro educativo con la fundación de la Academia Literaria “Herib Campos Cervera”, donde a través de la lectura se transmiten valores, haciendo realidad el Proyecto de Justicia y Paz en el Amor. En adelante se fueron sumando más academias como las de Historia, Cine, Debate, Física, entre otros.
 
A través de décadas y generaciones de egresados, hoy, a 65 años de su fundación, el Colegio Santa Clara se erige como una destacada institución educativa, uniendo y llenando de orgullo a todos los miembros de esta familia educativa.
 
Rogamos al Señor honrar al Padre Fundador Faustino Mennel, a las Hermanas que iniciaron esta obra y a las que aún nos acompañan, dedicando esfuerzo a nuestra labor diaria para que el Colegio Santa Clara siga siendo el faro que ilumine la ruta del bien a la niñez y juventud paraguaya.
 
Agradecemos a cada persona que ha pasado por nuestra institución educativa, permitiéndonos ser parte de sus historias. También damos la bienvenida a aquellos que este año nos brindan la oportunidad de construir nuevos recuerdos juntos.
 
Colegio Santa Clara Desde 1959, Educando para toda la Vida